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Calle 
Central

Retablo Mayor. Renacimiento. Siglo XVI.
Juan Correa de Vivar
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El Tabernáculo

Situado en la parte inferior en el primer cuerpo de la calle central. Este monumental sagrario está organizado como templo renacentista, a través de una base o predela, cinco calles y cuatro cuerpos.

 

En la base (de izquierda a derecha del espectador), enmarcados en pilastras o intercolumnios cuadrados, observamos en el centro una tarja o cartela en relieve con niños, a la izquierda, dos personajes masculinos desnudos que se dan la espalda y levantan por encima de sus cabezas una especie de cortinaje. En el marco contiguo, dos sátiros vegetalizados y calvos se unen por sus barbas. En los frentes de los intercolumnios, dos mascarones de diferente aspecto.

 

A la derecha, otros dos sátiros unen sus cuerpos a la altura del abdomen y aparecen, asimismo otros muy similares en el cuadrado último.

 

El fondo es verdoso y se decora mediante estrellas doradas dispuestas de forma poco natural.

 

En el primer cuerpo, en el centro del sagrario, figura representado un pórtico de carácter clásico flanqueado por dos columnas de balaustre vegetalizadas, con fustes divididos en su mitad por cabezas de angelitos alados y capiteles con dos volutas vegetales que sostienen entre sí un cáliz con hostia. En el friso, tres querubines se alternan con dos mascarones. En el tímpano, enmarcado mediante arco de medio punto, dos angelitos de cuerpo entero se inclinan adaptándose al marco y juguetean con sus paños. Encima del tímpano, dos sátiros desnudos sujetan un cortinaje.

 

Flanqueando la portada del sagrario con el lienzo representando la Virgen de la  Leche, figuran dos personajes a nuestra izquierda y otros dos a la derecha. Son personajes bíblicos del Antiguo Testamento, ubicados en hornacinas aveneradas y que descansan sobre sencillas peanas. Todos ellos muestran rostros expresivos y aparecen vestidos con ricos ropajes y cubiertos con diferentes tocados. Identificamos claramente al personaje situado a nuestra derecha, en primer término; se trata de Moisés que sujeta con su mano izquierda las Tablas de la Ley. Las tallas de este grupo son de primorosa factura, destacando los rostros, gestos y tratamiento de las manos. Los fustes que separan las hornacinas de estos personajes bíblicos están divididos por pequeños mascarones.

 

Sobre el primer cuerpo hay un conjunto de seis bustos enmarcados en óvalos sobre fondo rectangular y separados por columnas con fuste realizado por volutas estriadas. Personajes renacentistas están aquí representados. De izquierda a derecha: un joven monje, una dama con ricas vestiduras y tocado; en el centro un joven caballero (doncel o noble) y otro personaje vestido con rico atuendo. Estos personajes van tocados. El de al izquierda lleva una especie de turbante del que pende un colgante o piedra preciosa rojiza. Se ha pretendido representar a la sociedad del momento: jóvenes, mayores, una dama, caballeros, mercaderes orientales...

 

En el tercer cuerpo aparece otro conjunto formado por seis tondos con representaciones de querubines de distintos rostros y gestos, separados por pilares cuadrados, en cuyos frentes se expone una variada gama de ornamentos filomorfos.

Sobre el dintel de este tercer cuerpo y encima de cada capitel, unos balaustres sustentan sobre su cabeza volutas vegetales que soportan el cuerpo superior. En medio de los balaústres hay: en el frente dos cálices con hostias y a ambos lados dos pequeños surtidores o fuentes; todos recogidos por volutas vegetales. Estos elementos se encuentran a los pies de seis angelitos semidesnudos, con ligeros ropajes (verdosos los de los centrales y rojizos los de los extremos). Los angelitos están ubicados en hornacinas separadas por columnitas abalaustradas enteras.

 

El último cuerpo repite la ornamentación del anterior (cálices, fuentecitas, volutas...) que, precisamente, le sirven de apoyo, y cuyas hornacinas aparecen sin veneras y sin figuras.

 

Corona el conjunto una pequeña talla de San Agustín, ataviado con el hábito de su orden y portando un báculo y una maqueta de la Iglesia, atributos de su condición de obispo y Padre de la Iglesia, respectivamente.

Técnica y materiales: Tala, policromía ensamblado, madera, pan de oro.

 

Dimensiones: 3,80m. de alto y 1,60m. de ancho. El simbolismo del precioso tabernáculo hace referencia a la Iglesia Triunfante, pasando por cuatro estadios: 19.) El caos del mundo pagano; 2.9) El judaísmo; 3.9) La Iglesia Cristiana (actualizada en el mundo renacentista); 4.°) La Iglesia Celestial y su glorificación a través de los Santos Padres (San Agustín).

El tabernáculo. Juan Correa de Vivar
Virgen de la leche. Juan Correa de Vivar
San Agustín. Juan Correa de Vivar

Santa Cena

Mateo (XXVI, 17-29); Marcos (XIV, 12-25); Lucas (XXI, 7-23); Juan (XXI, 21-30)

En la calle central hemos observado cómo el ordenamiento temático se inicia con el tabernáculo anteriormente descrito. Sobre este primer cuerpo aparece la representación escultórica de la Santa Cena. En el centro de la composición aparece Cristo bendiciendo y sujetando el cáliz con hostia. Las figuras de los apóstoles se disponen a un lado y otro del Salvador, sentados alrededor de la mesa, siguiendo modelos renacentistas que van desde Leonardo a Juan de Juanes. Ninguno de los apóstoles lleva atributos personales (a excepción de Judas Iscariote). San Juan Evangelista está junto a Cristo y apoya su cabeza sobre el pecho del Maestro. Está representado como joven de rostro aniñado, imberbe y de larga cabellera. Pedro aparece al otro lado de Jesús y se le efigia según la iconografía tradicional. Hay un apóstol muy parecido a Jesús que, posiblemente, sea Santiago el Menor, hijo de Alfeo, y pariente de Cristo.

Es ingeniosa la solución de la mesa del Cenáculo en perspectiva que contribuye a producir una mayor sensación de profundidad y hace visibles las viandas y cubiertos de la Cena. La tosquedad de las figuras, su policromía y la tradición que atribuye a doña Teresa Enríquez el tejido del mantel que cubre la mesa (esta tradición parte de una lectura errónea del texto de Miguel Alarcón, Miguel Antonio. "Apuntes históricos sobre la Villa de Torrijos..." Valencia 1894. Cap VI. pág. 173), han permitido especulaciones sobre la pervivencia de este conjunto histórico desde el retablo anterior. Sin embargo, el techo decorado con casetones se opone a tales hipótesis.

Dimensiones: 2,10m. de largo y1,50m. de ancho.

La Santa Cena. Juan Correa de Vivar
Judas Iscariote. Juan Correa de Vivar
Jesús y Juan Evangelista. Juan Correa de Vivar

El Calvario

Juan (XI, 26-27)

Por encima del conjunto de la Santa Cena, en la calle central y cuarto cuerpo, está representado el Calvario. Las figuras son de canon alargado que juegan con al perspectiva visual del espectador.

Cristo aparece muerto con la cabeza inclinada sobre el hombro derecho. Se trata de una tala de gran calidad en la que el artista centra su especial atención en al expresión serena y dulce del rostro del Salvador.

Tres angelitos vuelan junto a la cruz y portan cálices para recoger la sangre que mana de las heridas de Cristo. Visten túnicas azules con adornos florales. Al pie de la cruz, a ambos lados, aparecen las figuras de la Virgen y San Juan. Ambos inclinan la cabeza y parecen dialogar. María llora y lleva un pañuelo blanco a su mejilla para enjugar sus lágrimas, mientras San Juan, con gesto amable, parece consolarla.

Tal vez, los elementos discordantes del magnífico conjunto de este Calvario sean las figuras de los ángeles y el poco adecuado fondo estrellado carente de naturalidad.

Dimensiones: 3,45m. de alto y 1,50m. de ancho.

El Calvario. Juan Correa de Vivar
Virgen del Calvario. Juan Correa de Vivar
Cristo del Calvario. Juan Correa de Vivar

Padre Eterno

Culmina la calle central del retablo la representación de Dios Padre bendiciente, cuya figura se inscribe en un marco romboidal. Flanqueado por dos angelitos heraldos o farautes que tapan sus cuerpos con grandes escudos. El Padre Eterno está representado con barba y pelo oscuros, en actitud mayestática, bendiciendo con la mano derecha y sujetando un globo terráqueo con la izquierda. Rodea su imagen una especie de aureola formada por pequeñas nubes a las que llegan los rayos que parten del cuerpo del Padre, y un cielo salpicado de estrellas doradas.

El elemento simbólico está representado por el nimbo triangular que alude a la Santísima Trinidad.

Dimensiones: 1,05m. de alto y0,40m. de ancho

Padre Eterno. Juan Correa de Vivar

Bibliografía y Fotografía

Gracias a los que han investigado y compartido sus conocimientos y fotografías con el resto de torrijeños a través de los medios de comunicación, publicaciones históricas, etc...

Asociación Amigos de la Colegiata, Julio Longobardo, Fernando Alcántara, Jesús Sánchez de Haro, Justiniano de la Peña, Antonio Toledo, Alfonso Donoso, Gregorio Sánchez de Rivera, Fernando Melara, Jesús del Castillo, Hermandades Penitenciales, Ayuntamiento de Torrijos, Asociaciones y Grupos Parroquiales...

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